Scroll to top

ÁFRICA: EL DESAFÍO DE FACILITAR EL ACCESO A UNA ELECTRICIDAD BAJA EN CARBONO

Descargar newsletter

Martín Tavaut

Internacional

Un déficit importante de energía

En África, 600 millones de personas carecen de acceso a la energía básica. Casi el 50% de la población africana no tiene acceso a la electricidad. Si bien la situación venía mejorando paulatinamente en las últimas décadas, el impacto de la pandemia en las economías africanas y el aumento de los precios de la energía y de los alimentos como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania están invirtiendo dicha tendencia positiva. Hoy, viven sin electricidad en Africa 25 millones de personas más que antes de la pandemia.

Semejante déficit de producción de electricidad no puede ser satisfecho con tan sólo energías renovables, sobre todo en países de bajos ingresos. El recurso a energías fósiles, carbón, petróleo o gas, será necesario para reducir la brecha.

Las contradicciones relativas a la utilización de energías fósiles

Sin embargo, en el marco de los esfuerzos crecientes de la comunidad internacional para luchar contra el cambio climático ocasionado por las emisiones de gases de efecto invernadero originadas por la actividad humana, los países desarrollados presionan a los países en desarrollo, incluyendo los países africanos, para que se sumen a los esfuerzos de reducciones de emisiones, incitándolos sobre todo a abandonar los combustibles fósiles en favor de la energía solar y eólica. La Agencia Internacional de la Energía indicó el año pasado que había que dejar de invertir en nuevos proyectos de energías fósiles para tener chances serias de llegar a la neutralidad carbono en 2050.

Ahora bien, en la medida en la que las emisiones africanas representan menos del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, los países africanos no creen tener que avanzar al mismo ritmo que los países del Norte en la materia.

Los países africanos quieren poder seguir explotando sus yacimientos de hidrocarburos, como lo reiteraron en la COP 27 en Egipto. Los beneficios esperados son importantes y permitirían mejorar las condiciones de vida de las poblaciones, recursos demasiado importantes como para prescindir de ellos en esta etapa de su desarrollo.

Al mismo tiempo, la crisis energética en Europa aumenta su interés por el gas natural africano al punto de renovar el interés en el proyecto de gasoducto de Nigeria a Marruecos, a pesar del riesgo financiero y geopolítico y de sus consecuencias deletéreas en materia climática.

El desafío del desarrollo de las renovables en África

Las energías renovables ayudarán a África a salir de la inseguridad energética. Casi sin excepción, todos los países del continente proclaman objetivos ambiciosos respecto de la parte de renovables en sus mix eléctricos futuros (45% en 2030 para Côte d’Ivoire, por ejemplo). Los regímenes regulatorios ofrecen en general marcos más bien adecuados y propicios para el desarrollo de proyectos de producción.

Los desafíos son numerosos. El principal, es la dificultad para obtener financiación que encuentran los promotores de proyectos de escala comercial. Un punto crítico, tratándose de tecnologías cuyos costos siguen siendo elevados, a pesar de la baja tendencial de precios, y que requieren por lo tanto una inversión inicial consecuente (compensada a término con costos operativos muy bajos). A ello se suma, en la mayoría de los países africanos, la ausencia de tarifas preferenciales de tipo feed-in tariff, precios del kWh en el mercado interno inferiores a los necesarios para garantizar el equilibrio financiero de proyectos de renovables, así como un cierto riesgo comercial cuando el comprador es la sociedad nacional de electricidad, cuyas tarifas son reguladas y no siempre suficientes para garantizar su equilibrio.

Numerosos proyectos que dan fe de la existencia de soluciones a estos desafíos. Tomemos como ejemplo la Côte d’Ivoire, un país con una economía dinámica y con estabilidad política y regulatoria.

De un punto de vista financiero, la cooperación internacional facilita financiamientos abordables, a lo que se suman importantes incitaciones fiscales y aduaneras, tanto en fase de inversión como de explotación (por ejemplo, exoneración o reducción de aranceles aduaneros y exoneración de IVA en fase de inversión, créditos fiscales de hasta 50% del monto de la inversión imputables a los impuestos a los beneficios y a los dividendos) que contribuyen a la bancabilidad de los proyectos.

De un punto de vista jurídico, el aspecto de mayor atención para el éxito del proyecto es la estructuración contractual, ya sea en el marco de una licitación o, sobre todo, de un proyecto negociado directamente con las autoridades. En particular, habrá que asegurarse de que el contrato de venta de electricidad garantice un flujo de fondos previsibles sobre un período suficientemente largo, con garantías adecuadas para asegurarse del respeto de las obligaciones del comprador.  En la medida en la que el marco regulatorio es aún incompleto, el margen para la negociación es importante, permitiendo así la obtención de contratos a medida que posibilitan la factibilidad del proyecto.