La crisis originada por el COVID-19, inicialmente sanitaria pero que ya afecta de una forma gravísima a las empresas de todos los sectores económicos, también tiene una incidencia muy notable en el sector asegurador, tanto desde el punto de vista operativo como económico.

Así vemos, cómo la pandemia que estamos sufriendo, también afecta de múltiples maneras al sector de los seguros, tanto, internamente, en relación con la continuidad de sus empleados y propio negocio, incluidas sus perspectivas de futuro a corto y medio plazo, como en lo que afecta a las cuestiones relacionadas con el servicio al cliente.

De este modo, resulta indispensable que cada compañía estudie y analice las posibles implicaciones que puede tener el coronavirus en relación con las pólizas y sus coberturas, cuáles son las potenciales contingencias que pueden darse en el negocio en cuestión y las consecuencias que todo ello puede causar, ya que el enfoque de cada compañía y póliza deberá  ser diferente.

Por lo tanto, en este punto nos encontramos con el reto de examinar y actualizar los planes de gestión de crisis con los que cuente la compañía para, en su caso, tomar las medidas correspondientes, en aras de continuar con las operaciones minimizando el impacto para los clientes y los propios trabajadores.

ANÁLISIS DEL TIPO DEL SEGURO

En primer lugar, nos encontramos con que desde las empresas se nos plantean una serie de dudas, así como potenciales reclamaciones, en relación con diferentes tipologías de seguros.

Principalmente, por enumerar las más relevantes y que pueden resultar de aplicación a la mayoría de las sociedades, nos encontramos con contingencias relacionadas con:

• Seguros de salud: surge la preocupación acerca de si la asistencia sanitaria estará o no cubierta por los seguros en caso de mostrar los síntomas relacionados con este virus, así como la cobertura de su tratamiento.

• Seguros de pérdidas pecuniarias: las sociedades también necesitan analizar el alcance de sus coberturas como consecuencia de la interrupción de su negocio, tanto por cierre, como por demoras, aplicación de penalidades contractuales o el hecho de incurrir en gastos extraordinarios como consecuencia de la pandemia.

• Seguros de responsabilidad civil: una de las principales preocupaciones de las compañías en estas circunstancias es la responsabilidad civil que podrían asumir en caso de no haberse tomado las medidas de prevención de la enfermedad correspondientes o si no se hubiera actuado con la diligencia debida y exigible.

• Seguros de protección de pagos: en este punto se nos plantean dudas acerca de los impactos derivados de las incapacidades laborales temporales o por desempleo. Además, podrían surgir cuestiones sobre posibles indemnizaciones en los casos de fallecimiento o incapacidad temporal, permanente o gran invalidez por causa de este virus.

• Seguros en el ámbito de la ciberseguridad: teniendo en cuenta que actualmente la mayor parte de los empleados se encuentran trabajando mediante vías telemáticas, las empresas están ya sufriendo ciberataques, que pueden ocasionar graves pérdidas, y en algunos casos, como en el sector financiero, adquiere especial relevancia al incrementarse de forma exponencial las transacciones on-line.

CONSECUENCIAS

La primera tarea que deberá realizar la empresa, junto con sus asesores, será estudiar en detalle la cobertura de seguros contratada y, lógicamente, determinar si, como sucede en muchas de las pólizas, se excluyen de la cobertura los siniestros con origen en una pandemia.

En relación a estas pólizas y este último concepto, nos encontramos frente a diversas modalidades, entre otras:

• Paralización: en estos casos indemnizarían con un importe diario, fijado en la póliza, por cada día que el negocio permanezca inactivo a consecuencia del siniestro previsto en póliza, con un máximo de días.

• Pérdida de beneficios: el asegurador indemnizará los gastos permanentes incurridos por el asegurado desde el siniestro hasta la recuperación de la facturación habitual de la empresa.

SEGUROS FUTUROS

A medida que estas semanas de incertidumbre pasen y que esta situación evolucione, si bien pensamos en el sector asegurador como amortiguador para la economía y la sociedad, toda empresa debe en estos momentos prestar especial atención a los distintos seguros que pueda tener suscritos y sus diferentes coberturas, y quizás hacer una reflexión más profunda sobre la idoneidad de dichos seguros y coberturas contratadas para evitar en el futuro situaciones similares a la que estamos viviendo y que nos tocará sufrir a empresas y personas.