NEREA GOIRIENA ARCE
ADMINISTRATIVO
Aun cuando en el contexto actual hablar de crecimiento, perspectivas positivas y oportunidades de inversión suene más a utopía que a realidad; el anuncio del Presidente del Gobierno de destinar un 37% de los fondos del “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española” al impulso y desarrollo de las energías renovables convierte a este sector en una esperanza real para la recuperación económica y social del País.
Pese a que el carácter nacional no es proclive a la autoalabanza, España es uno de los países más avanzados del mundo en el sector de la industria renovable con una cadena de valor que abarca desde la fabricación de la tecnología a la explotación de instalaciones e integración del servicio, con una amplia red de servicios especializados que permiten situar al País en las posiciones más avanzadas a nivel de i+D+I.
La entrada de fondos europeos unido al anuncio de la Ministra de Transición Energética, Doña Teresa Ribera, de adelantar los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 augura un crecimiento en el que las empresas del sector están bien posicionadas.
Este esperanzador futuro del mercado eléctrico requiere para su conversión en realidad de una regulación normativa estable y duradera que aporte seguridad jurídica a los inversores y garantice la sostenibilidad económica de un sistema en que la inversión se mueve a largo plazo.
El Real Decreto-Ley 23/2020, de 23 de junio, por el que se aprueban medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica, puede ser una prueba de que las cosas a nivel regulatorio empiezan a hacerse bien. La nueva regulación trata de aunar dos impulsos, el de la Transición Energética hacia un modelo climáticamente neutro basado en la energía renovable, y el de potenciar la inversión para afrontar la recuperación económica de la mano de un nuevo sector industrial medioambientalmente sostenible.
El reto legislativo continúa en marcha con el crucial “Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética” cuyas enmiendas fueron publicadas en el Boletín Oficial del Estado del pasado 28 de octubre.
Una oportunidad y un reto del que depende afianzar a nivel regulatorio el esfuerzo realizado por los agentes del mercado energético y del que, en buena medida, resultará un nuevo sector industrial rentable, sostenible y generador de empleo que permita transformar la economía española más allá de la coyuntura sanitaria actual.
