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EL PLAN DE RECONSTRUCCIÓN EUROPEO: TODO SOBRE LA “TASA GOOGLE” Y OTROS IMPUESTOS

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NATALIA VÉLEZ BRUZOS

INTERNACIONAL

La denominada “Tasa Google” se trata de un impuesto que va a gravar una serie de operaciones realizadas por grandes multinacionales del sector tecnológico que a día de hoy no tributan, y se va a tratar de un tipo del 3% sobre los ingresos generados por servicios de publicidad dirigida y  de intermediación en línea, así como por la  venta de datos obtenidos a partir de información proporcionada por el usuario, con  el que Gobierno español estima recaudar hasta cerca de 1.000 millones de euros.

Como decimos, esta nueva tasa va a afectar a grandes empresas con ingresos anuales mundiales de al menos 750 millones de euros, a la vez que ingresos en España superiores a los 3 millones de euros, siendo uno de sus fines principales que las empresas paguen impuestos en donde generen los ingresos y no se acojan a la fiscalidad más baja de otros países, como sucede en la actualidad.

Pero, y yendo al punto que más nos puede interesar, veamos cómo afectará este impuesto a los consumidores.

Si bien esta tasa no grava al usuario de los servicios digitales, este impuesto puede crear barreras u obstáculos a la entrada en este sector de “start-ups” y pymes, así como suponer para los consumidores un aumento en el coste a la hora de acceder a los servicios ofrecidos por estas plataformas digitales como Amazon, Apple, Google o Facebook.

Asimismo, estas grandes empresas podrían repercutir este impuesto en el precio final a aquellas pequeñas empresas, usuarios, organizaciones y organismos públicos que utilicen sus plataformas.

Además, este no es el único impuesto novedoso que se pretende aplicar no solo a nivel nacional, sino en el ámbito de la Unión Europea, junto con el fondo de reconstrucción propuesto para ayudar al conjunto de los países europeos tras la crisis sanitaria y económica derivada del COVID-19.

De este modo, el Consejo Europeo respalda la creación de, al menos, tres nuevos impuestos:

  • La tasa sobre Transacciones Financieras /Tasa Tobin.
  • Impuesto al uso de plásticos.
  • Impuesto a las emisiones de la aviación y del transporte marítimo.

El primero en introducirse y aplicarse sería en enero de 2021, y en concreto se aplicaría sobre los residuos de plástico no reciclable, con una tasa de 0,80 euros por kilogramo.

Asimismo,  se estudia la introducción de nuevos impuestos “verdes” durante el próximo año para gravar a los productores europeos de acero y de otras industrias de energía que compren derechos de emisiones en países con políticas medioambientales más laxas que la europea, de forma que sería entendido como un mecanismo de ajuste de carbono en frontera destinado a compensar la desventaja que sufren los productores europeos por las importaciones desde países con menos estándares medioambientales.

Respecto del nuevo impuesto sobre Transacciones Financieras, la denominada “Tasa Tobin”, se aplicará durante la duración del próximo presupuesto de la Unión Europea, entre 2021 y 2027.

Por otro lado, desde Bruselas se plantea implementar otro impuesto dirigido a las grandes empresas que operan en la Unión Europea y se benefician de las características del mercado único, si bien, por ahora, únicamente se trata de una posibilidad.

La Unión Europea espera recaudar hasta 42.000 millones de euros con estos impuestos que servirían para financiar parcialmente la recuperación tras la grave crisis sanitaria y económica en la que estamos inmersos, si bien la reacción de Estados Unidos, principal país afectado por la nacionalidad de las empresas digitales más emblemáticas, no se ha hecho esperar y amenaza con aranceles a productos europeos en caso de que la denominada “Tasa Google” se lleve a efecto, abriendo un nuevo frente comercial con la Unión Europea.

Como vemos, se trata de una política fiscal bastante agresiva derivada tanto de la necesidad de recaudar más impuestos que permitan la devolución de las ayudas financieras conseguidas, así como impulsar la “economía verde” en la Unión Europea.