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IMPUESTO SOBRE EL PATRIMONIO O IMPUESTO DE SOLIDARIDAD DE LAS GRANDES FORTUNAS

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Patricia Martínez de Lagos Valiño

Fiscal

El 29 de septiembre la Ministra de Hacienda presentó un paquete de medidas fiscales, que buscan avanzar hacia un sistema fiscal más justo, bajo la premisa de quienes más tienen han de aportar más, contemplándose una mayor contribución por parte de los grandes patrimonios y grandes empresas, a la par que bajadas fiscales en favor de las rentas bajas, autónomos y pymes.

Entre las medidas propuestas, destaca la creación del Impuesto de Solidaridad de las grandes fortunas, cuya introducción se vio impulsada a raíz de la aprobación, por parte de la Junta de Andalucía, de la nueva Ley 5/2021, de 20 de octubre, de Tributos Cedidos de la Comunidad Autónoma de Andalucía, que establece una bonificación autonómica sobre de la cuota íntegra del Impuesto sobre el Patrimonio del 100%.

Tal y como anunció la ministra María Jesús Montero, se trata de un impuesto de carácter estatal y temporal, cuya entrada en vigor está prevista para el ejercicio en curso 2022, con el fin de que la recaudación tenga efectos en los ejercicios 2023 y 2024. No obstante, se prevé la inclusión de una cláusula de revisión, mediante la cual se podría revisar al término de la vigencia de los dos años, si es necesario mantenerlo o suprimirlo.

El impuesto en cuestión afectará a los contribuyentes con patrimonios netos superiores a 3 millones de euros y contará con tres tipos de gravamen en función de los siguientes tramos:

  • – El primero será del 1,7 % para los patrimonios netos de entre tres y cinco millones de euros.
  • – El segundo de 2,1% para los patrimonios netos, superiores a cinco millones de euros, pero inferiores a los diez millones.
  • – El tercero de 3,5 % para aquellos patrimonios netos que sean superiores a los diez millones de euros.

La comparación entre el Impuesto sobre el Patrimonio y el nuevo Impuesto de Solidaridad, es inevitable ya que parecen tener el mismo objetivo, lo cual podría dar lugar a una doble imposición. Sin embargo, para evitar dicha situación, se anunció que los contribuyentes únicamente tributarán por la parte de su patrimonio que no haya sido gravado por su comunidad autónoma. Es decir, el importe a pagar que resulte del Impuesto sobre el Patrimonio será deducible en el nuevo Impuesto de Solidaridad de las grandes fortunas.

Esto conlleva, que el nuevo Impuesto se aplicará fundamentalmente en aquellas Comunidades Autónomas, en las que se haya acordado bonificar al 100% la cuota íntegra del Impuesto sobre el Patrimonio, como son Andalucía y Madrid, cuyos residentes no tendrán que tributar por el Impuesto sobre el Patrimonio, pero sí tendrán que abonar el Impuesto de Solidaridad.

Ahora bien, la gran diferencia a señalar entre ambos tributos, es el hecho de que con carácter general el Impuesto de Patrimonio entra en funcionamiento a partir de los setecientos mil euros de riqueza, mientras que el nuevo tributo parece ser que lo hará a partir de los tres millones de euros.

Con todo ello, el Ministerio de Hacienda, prevé que el nuevo impuesto afectará a aproximadamente 23.000 contribuyentes que representan el 0,1 % del total y tendrá un impacto recaudatorio que alcanzará los 1.500 millones de euros. Sin embargo, se plantean varias incógnitas en cuanto al contenido concreto del tributo, criterio de valoración de los bienes, posibles exenciones, deducciones, etc.

En conclusión, habrá que esperar a conocer el texto definitivo, habida cuenta que las medidas fiscales descritas previamente, son por ahora, meras propuestas que han de ser desarrolladas y seguir los trámites parlamentarios pertinentes para su aprobación y entrada en vigor, que en todo caso y teniendo en cuenta los plazos de recaudación previstos, deberá realizarse de manera previa al 31 de diciembre de 2022.