La relevancia social que ha adquirido el deporte tiene un claro reflejo en el creciente número de personas que lo practican de forma profesional, en la importancia y repercusión de las competiciones deportivas y de las normas que las regulan tanto a nivel nacional como internacional, y en la multiplicidad de sujetos (deportistas, clubes, agentes, federaciones, asociaciones, patrocinadores, empresarios) que, de un modo u otro, intervienen en su desarrollo.
El conocimiento de las diferentes disposiciones que afectan al ámbito deportivo, la correcta aplicación e interpretación de las mismas, la adecuada asistencia en la determinación de las normas ─legales o contractuales─ por las que hayan de regirse las relaciones entre las partes, o la oportuna defensa de los derechos que asisten a cada sujeto, constituyen elementos esenciales para alcanzar la necesaria seguridad jurídica en el desarrollo de la práctica deportiva.