UNA ALTERNATIVA AL SISTEMA DE PENSIONES DE JUBILACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA
ARRATE ETXENAGUSIA IZQUIERDO
LABORAL
La adaptación del sistema de pensiones a las nuevas realidades sociales y económicas es una de las prioridades de los países desarrollados, que han visto saltar las alarmas ante un hecho irrefutable y de difícil solución a corto plazo: el envejecimiento poblacional. Es precisamente esta cuestión la que ha generado un gran debate entre los candidatos a las elecciones generales.
Para poder entender cuál es el problema existente, resulta necesario aclarar que el sistema de pensiones que existe en España se basa en un sistema de reparto, es decir, que los trabajadores en activo, mediante sus cotizaciones sociales, son quienes mantienen a los pensionistas actuales. Cada año que transcurre el problema de las pensiones crece, puesto que el sistema va integrando a más pensionistas con una esperanza de vida mayor y con pensiones más altas por lo cotizado en la vida laboral y, sin embargo, el número de personas en activo va disminuyendo, por diversos factores tales como la baja natalidad, el retraso en la incorporación al mercado laboral, etc.
En estos momentos, ante las diferentes propuestas que se están presentando, desconocemos que sucederá con el sistema actual de pensiones que tenemos en España pero nos parece interesante exponer un sistema alternativo que lleva funcionando desde el año 2003 en un entorno relativamente similar al nuestro, como es Suecia.
SISTEMA SUECO DE PENSIONES, UN SISTEMA MIXTO.
El antiguo sistema de pensiones sueco databa de 1960 y consistía básicamente en un sistema de prestación definida con dos partes, una pensión básica independiente de las contribuciones efectuadas por los trabajadores y una pensión suplementaria, esta sí, vinculada a las contribuciones realizadas. Para disfrutar de una pensión completa, un trabajador debía haber cotizado durante 30 años y el importe de la pensión se calculaba en función de los ingresos de los 15 mejores años.
Sin embargo, en el año 2001 deciden modificarlo y nace un sistema de pensiones bajo el principio de una corona de contribución, una corona de derecho de pensión.
En concreto, este sistema se define porque cada trabajador tiene una “cuenta individual” (denominada cuenta nocional), en la que se anotan las contribuciones realizadas tanto por el trabajador como por la empresa. El saldo de esa cuenta nocional representa el derecho acumulado de pensión futura. Así, anualmente, los trabajadores suecos reciben el denominado sobre naranja, en el que se les informa del saldo acumulado en su cuenta.
Bajo este nuevo sistema, la pensión se calcula con las contribuciones realizadas desde los 16 años y durante toda la vida laboral. El derecho a solicitar las pensiones contributivas comienza a los 61 años, si bien el trabajador puede acceder a la misma, a partir de esa edad, cuando así lo estime oportuno, no existiendo un límite máximo para ello. Por el contrario, la pensión no contributiva es sólo exigible a partir de los 65 años.
Este sistema sueco se basa en tres niveles, uno no contributivo y dos contributivos:
1. Garantipension: Es el nivel no contributivo, destinado a trabajadores que no han cotizado lo suficiente o que acceden a una pensión cuya cuantía es inferior a un determinado límite. La misma se financia vía impuestos.
2. Inkonstpension: Se financia mediante contribuciones de empresas y trabajadores (entre un 18,5% y un 16% del salario). Consiste en el modelo de reparto basado en cuentas nocionales mencionado anteriormente. Las contribuciones financian las prestaciones y las aportaciones a la cuenta individual se revalorizan anualmente en función del crecimiento medio de los salarios, pero con un mecanismo de ajuste automático: se reduce el tipo de revalorización si se estima que el activo del sistema será inferior a su pasivo, para salvaguardar la estabilidad del mismo. Es decir, que a fin de mantener un equilibrio entre contribuciones y prestaciones, si en un ejercicio los activos del sistema, definidos como la suma de las contribuciones, son inferiores al importe de las prestaciones previstas, el crecimiento tanto de las pensiones como de los derechos acumulados en las cuentas individuales se reducen hasta que se recupera el equilibrio del sistema.
3. Premiepension: También se financia con contribuciones de empresas y trabajadores (2,5% del salario aproximadamente). En este caso, se trata de un sistema de capitalización puro en el que los trabajadores pueden realizar aportaciones a diferentes fondos de pensiones, los cuales son gestionados por entidades privadas. La revalorización de este tipo dependerá exclusivamente de la evolución de las valoraciones de las carteras de los fondos de pensiones en los que se haya invertido las contribuciones.
Debemos señalar que los trabajadores suecos cuentan, posiblemente, con la mayor cobertura a través de estos planes de pensiones de empleo, los cuales son complementarios del sistema público y de capitalización individual.
Expuesto el actual sistema de pensiones sueco, reformado precisa y principalmente para crear un sistema más justo y sostenible, nos preguntamos en estos momentos de cambios políticos quién será capaz de abordar de forma decisiva el evidente problema al que nos enfrentamos y cuáles serán las claves de nuestro futuro sistema de pensiones.